Italia ha declarado estado de emergencia en las regiones de Emilia-Romaña y Las Marcas debido a las severas inundaciones provocadas por intensas lluvias. Estas regiones del norte del país enfrentan graves daños en sus infraestructuras, especialmente en las carreteras.
El gobierno ha destinado 20 millones de euros para la reparación de los destrozos, mientras que más de 2,500 personas han sido evacuadas. Ciudades como Bolonia y Módena también han sufrido el impacto de las inundaciones.
Las fuertes lluvias han causado estragos similares a los del año pasado, cuando murieron 17 personas en Emilia-Romaña. El ministro de Protección Civil, Nello Musemeci, criticó a las autoridades locales por la falta de inversión en prevención.
Este desastre ha generado tensiones políticas, ya que las autoridades regionales, lideradas por socialdemócratas, se preparan para las elecciones en noviembre. Musemeci ha subrayado la necesidad de evitar futuras tragedias.