La joven Érika Beatriz Vera Párraga, de 24 años, murió en un trágico accidente cerca del mercado de mayoristas de Montebello, en Ecuador.
La joven fue aplastada por el contenedor de un tráiler mientras esperaba el autobús en el noroeste de Guayaquil, Ecuador, según relataron sus familiares.
Érika era madre de tres niños, uno de siete años, otro de cinco y una bebé de apenas diez meses. Su cadáver fue retirado la tarde de 25 de junio del Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses de Guayaquil.
Su madre, con lágrimas en los ojos, reveló que su familia se enteró del accidente ayer a las 6:00 de la tarde, cuando un conocido que pasaba por el sitio reconoció el cuerpo.
“El joven iba camino al trabajo cuando vio el cuerpo y se dio cuenta de que era mi hija. No sabía cómo contactarnos, pero a las seis de la tarde llamó a mi esposo y le dio esta terrible noticia. Ella no vivía conmigo, sino con su suegra y su esposo”, declaró la madre conmovida en un diario local.
Érika había salido esa mañana para realizar un trámite. El contenedor cayó justo en el sitio donde ella esperaba el transporte público.
El conductor del tráiler huyó del lugar tras el accidente, llevándose el cabezal del vehículo y dejando abandonada la estructura que ocasionó la tragedia. El hecho no fue aislado. Un día después, el 25 de junio, ocurrió un accidente similar a menos de un kilómetro del sitio. En este caso, un tráiler que transportaba banano perdió el contenedor, el cual se desplomó sobre la vía a una hora similar.