El Estadio Nacional Soberanía de Managua se convirtió anoche y parte de esta madrugada en el epicentro de la música regional mexicana con la esperada presentación de Fuerza Regida.

Más de 15 mil fanáticos se congregaron para vivir una noche llena de energía, pasión y corridos tumbados.
Fuerza regida salió al escenario a. Las 10:52 minutos de la noche no a las 10 en punto a cómo se tenía previsto, sin embargo sus seguidores esperaban con ansia el momento en que saliera fuerza regida a deleitarlos con sus éxitos.
Desde el inicio, el ambiente fue electrizante. Chavalos y chavalas lucieron, vestidos con botas, faldas y sombreros, reflejaban el espíritu del género, listos para corear cada éxito de la agrupación.
La banda, liderada por Jesús Ortiz Paz, no tardó en conectar con el público, saludando con entusiasmo a los nicaragüenses y agradeciendo el cálido recibimiento.
Algunos de los seguidores de fuerza regida eran de Matagalpa, Estelí, Masaya, Juigalpa y hasta de Choluteca, Honduras.
“Como andamos Nicaragua, que chulada se mira, vamos a cantarles el corrido que empezó esto, el primero que sacó la fuerza Regida, y ahorita celebramos que estamos en Nicaragua por primera vez dijo Jesús Ortiz vocalista de dicha banda.
El repertorio incluyó temas icónicos como Radicamos en South Central, Sigo Chambeando y Me Acostumbré a lo Bueno, canciones que resonaron con fuerza en el estadio.
El público no dejó de cantar y bailar, creando una atmósfera única que convirtió el concierto en una experiencia inolvidable. La emoción se reflejaba en cada rostro, en cada grito de euforia y en cada aplauso que retumbaba en el recinto.
Tampoco podían faltar las colaboraciones más exitosas de Fuerza Regida, quienes deleitaron a su público con “Me jaló”, “Bebé dame”, “Coqueta”, entre otras.
Durante la última parte del espectáculo el vocalista Jesús cantó y bailó cubriéndose con la bandera de Nicaragua y agradeció el recibimiento de “su plebada”.
Sin duda, Fuerza Regida dejó una huella imborrable en Managua, consolidando su impacto en la escena musical y reafirmando el poder de los corridos tumbados en Latinoamérica.