El reconocido marimbista Luis Enrique Palacios Arias, de 50 años de edad, falleció por afectaciones de salud, en la ciudad de Masaya, a las 7 de la mañana de este jueves, dejando un enorme vacío en la escena musical nicaragüense.
Hijo de don Juan Palacios, que en paz descanse, Luis Enrique dedicó gran parte de su vida a ejecución de la marimba, un arte que empezó a desarrollar desde que temprana edad.
A los ocho años, Luis Enrique aprendió a tocar el piano indígena, iniciando una trayectoria musical que se extendería por décadas.
Su talento lo llevó a formar parte de la prestigiosa Rondalla de Marimba de los Hermanos Palacios, con la cual obtuvo numerosos reconocimientos de instituciones y la municipalidad de Masaya.
Luis Enrique representaba la cuarta generación de la familia Palacios dedicada a la tradición marimbística, un legado musical que ha enriquecido la cultura nicaragüense por generaciones, por lo cual su deceso ha causado profunda conmoción en Masaya.
Palacios Arias era casado con doña María Verónica Centeno Ambota con quien procreó cuatro hijos, Anielka del Carmen Palacios Centeno, Tania Raquel Palacios Centeno, Luis Antonio Palacios Centeno y Franklin Enrique Palacios Centeno.
A sus hijos Franklin y Luis Antonio Palacios, también les dejó su legado y forman la quinta generación de marimbistas de los originales hermanos Palacios, de Monimbó, Masaya.
La vela de su cuerpo se realizará a cabo en la que fue su casa de habitación, ubicada en el Valle las Américas, de la comarca del Sur, localizada en el camino a la comunidad Quebrada Honda, a medio kilómetro al Este del Museo Camilo Ortega, en Masaya.
Mañana viernes 20 de diciembre, sus restos serán trasladados a la casa de su madre, doña Cristina Arias, situada una cuadra al oeste del Museo Camilo Ortega, luego se le realizará una misa de cuerpo presente en la Iglesia de Magdalena y posteriormente será sepultado en el cementerio indígena del barrio Monimbó.
La partida de Luis Enrique Palacios Arias representa una gran pérdida para la cultura nicaragüense.
Su talento, dedicación y pasión por la marimba quedarán grabados en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de escuchar su música y compartir con él. Descanse en Paz, Luis Enrique Palacios Arias.