El ex campeón de boxeo Julio César Chávez Jr., fue ingresado en un hospital psiquiátrico después de que su esposa, Frida Chávez, alertara a las autoridades sobre su preocupante consumo de pastillas y temores por su seguridad personal. El incidente tuvo lugar el pasado 24 de octubre en Hollywood, según informó TMZ Sports.
Frida Chávez se comunicó con la policía de Hollywood, expresando su inquietud y creencia de que su esposo había ingerido una gran cantidad de medicamentos potentes, lo que podría representar un riesgo para su vida. Inmediatamente, las autoridades tomaron medidas para intervenir y prevenir una tragedia.
Siguiendo la ley estadounidense, que permite a ciertos funcionarios como la policía o personal médico retener a personas que consideren un peligro para sí mismas, Julio César Chávez Jr. fue contactado por rescatistas que lo auxiliaron y trasladaron a un centro psiquiátrico en California para una evaluación y posible intervención de crisis.
Este incidente ha generado gran preocupación en la familia Chávez, especialmente en su padre, el legendario Julio César Chávez Sr. Durante su aparición en un podcast llamado “Bromeando con los Rivera,” el ex campeón del mundo expresó su angustia por el bienestar de su hijo, destacaron medios aztecas.
“Me duele que sus hijos son pequeños y no los está disfrutando. Me da pena que se vaya a volver loco, que vaya a tener un accidente conduciendo a altas horas de la noche a toda velocidad, que le vaya a dar un infarto por todas las pastillas que toma”, comentó Chávez Sr. en el programa Bromeando con los Rivera
Chávez Jr. fue campeón de peso medio del Consejo Mundial de Boxeo (C.M.B) el 4 de junio de 2011. En esa fecha, arrebató el título al alemán Sebastián Zbik, quien ostentaba un récord invicto de 30-0.
Tras su polémica pelea contra Troy Rowlands en noviembre de 2009, en la que inicialmente ganó, pero luego dio positivo por el uso de furosemida con el fin de perder peso, fue suspendido por la Comisión Atlética de Nevada durante siete meses. Esta pausa en su carrera lo llevó a reflexionar sobre su camino y a buscar un cambio en su equipo.
Fue entonces cuando se unió al renombrado entrenador Freddie Roach, conocido por su trabajo exitoso con Manny Pacquiao. Su primera defensa del título de peso medio fue contra Peter Manfredo, Jr., una pelea que ganó con un nocaut técnico en el quinto asalto en el Reliant Stadium, en Houston, Texas. Esta victoria consolidó su estatus como campeón.
Sin embargo, el punto culminante de su carrera fue su enfrentamiento con Sergio “Maravilla” Martínez el 15 de septiembre de 2012 en Las Vegas, Nevada. Aunque Martínez dominó la mayor parte de la pelea, Chávez Jr. mostró coraje en el último asalto, derribando a su oponente antes de perder por decisión unánime. Martínez se convirtió en el nuevo campeón de peso medio del CMB y puso fin al invicto de Chávez Jr.
Tras esta derrota se enfrentó a desafíos personales, incluyendo una suspensión por dar positivo en un examen antidopaje por marihuana. Regresó al ring en 2013, donde se midió contra Bryan Vera en dos emocionantes peleas, ganando ambas por decisión unánime y nocaut técnico respectivamente.