Nicaragua tiene su propia París, según periodista estadounidense

El Paris de América Central

Como una ciudad colonial con belleza atemporal y una verdedera ganga turística, describió a la ciudad de Granada, Kathleen Peddicord, del periódico en línea y blog de noticias estadounidense, The Hufftington Post.

La periodista con experiencia en artículos de temas del buen vivir, la jubilación y las inversiones fuera de los Estados Unidos, confiesa que Nicaragua es uno de los lugares con los cuales a veces sueña despierta.

“Es uno de los países con los cuales me siento más conectada, especialmente con la ciudad de Granada”, dijo en su artículo.

Indicó que “la economía global está colapsando, y si los nicaragüenses están al tanto, esto pareciera no afectarles. Sus sonrisas y su determinación por salir adelante, cuando pasás tiempo con ellos, te hacen preguntarte: ‘¿Acaso saben algo que yo no sé?”.

Kathleen expresó en su escrito que “Nadie está confundiendo Nicaragua con Francia”, ya que “En el país centroamericano no hay trenes de alta velocidad, ni de ningún tipo. No hay ópera. No hay Sena. No hay Louvre. Sin embargo, tiene un lago al final de una empedrada calle llena de tiendas y cafés con mesas y sillas afuera, donde uno puede disfrutar una buena copa de vino al final de las tardes”.

“Hay pequeñas galerías de arte, vendedores ambulantes de recuerdos, y un montón de turistas. Tal y como en París, es una ciudad especial, pues en cualquier momento del día, con solo dar un paso en una de sus calles, el viajero se topa con sonidos encantadores, puntos de interés y ricos aromas mientras pasa al lado de impresionante arquitectura, parques bien cuidados y tentadores escaparates”, relató Peddicord.

“Al igual que en París, Granada es una ciudad hecha para caminar. Un carro priva de mucho y de todos modos, ¿quién quiere andar en carro? Uno no quiere perderse el chance de ser parte de la vida callejera de Granada”, señaló en el artículo.

Peddicord, no dejó de resaltar en su nota, que Nicaragua es una ganga turística, todo es tan asequible que nunca tenés que decirte a vos mismo que “no”.

¿Querés comer fuera? ¿Disfrutar de aperitivos tardíos en la plaza? ¿Tomar y bailar hasta el amanecer? ¿Tomar un taxi a Masaya o Catarina para visitar los mercados? ¿Tomar un tour en bote por el lago? No hay problema. Podés disfrutar de tus caprichos sin dudar, pues incluso si tu presupuesto es bajo, puede soportarlo”.

 

Kathleen Peddicord
Kathleen Peddicord

Aquí el reportaje original

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