Una vez concluido el acto del 40 aniversario del Repliegue táctico en Masaya, la vicepresidenta de Nicaragua, compañera Rosario Murillo expresó que fue una mañana y una tarde de profundas emociones porque han visto en los ojos, en la sonrisa y rostro de quienes los acompañaron caminando, “haciendo camino al andar, la esperanza, la fe, la esperanza, porque sabemos que así, juntos es que vamos adelante. Siempre más allá. Son 40 años. Diríamos que 40 años no es nada, que nos están respaldando compañeros con quienes hemos compartido tantas luchas y tantas victorias”.
La vicepresidenta compañera Rosario expresó que todos los días se está haciendo camino al andar y de esta manera fortaleciendo el camino del cristianismo, justicia social, bienestar y desde la paz se construye la felicidad a través de todos los programas para las familias nicaragüenses que restituyen sus derechos en salud, educación, tecnología, caminos, carreteras, es decir, todo lo que está haciendo el Gobierno Sandinista.
“No vemos para atrás. Hemos hecho, hemos hecho más que ningún otro gobierno, pero estamos siempre con los pies en el día de hoy y en el futuro”, indicó la compañera Rosario Murillo.
“Estamos haciendo, vamos a seguir haciendo con la confianza en Dios y en el nombre poderoso de Jesús, este pueblo va adelante, precisamente reconociéndonos como protagonistas de todos estos programas de restitución de derechos: energía, agua, saneamiento, telecomunicaciones, todo lo que hoy vivimos y no teníamos: los parques, el deporte, los espacios de recreación, los espacios para la juventud y de la juventud, esa es esta Nicaragua”, señaló.
“Una Nicaragua siempre joven y aunque vemos a compañeros y compañeras peinando canas, sabemos que nuestros corazón, siempre es joven y vamos los jóvenes de ayer, los jóvenes de hoy y las nuevas generaciones construyendo el porvenir de trabajo, paz y bienestar”, añadió.
La compañera Rosario Murillo agregó que la lucha del Frente Sandinista y del comandante Daniel a lo largo de nuestra historia, es una lucha por la vida buena y digna, la que merecemos los nicaragüenses y que quisieron interrumpir esos avances, pero que no pudieron, ni podrán.