El presidente cubano, Raúl Castro, envió hoy una ofrenda floral a los funerales del sacerdote y excanciller nicaragüense Miguel D»Escoto, quien falleció este jueves a los 84 años y cuyas honras se desarrollan en la Cancillería de la República.
‘Al entrañable amigo de Cuba Miguel D’Escoto del General de Ejército Raúl Castro Ruz’, reza la cinta que acompaña la ofrenda en homenaje al canciller de la paz y dignidad nicaragüense.
Familiares, amigos, jóvenes, diplomáticos y personalidades del ámbito nacional, así como del pueblo en general, asisten al homenaje póstumo a la memoria y acciones del padre D’Escoto.
Entre los que rindieron honores ante los restos del sacerdote y excanciller, se encontraba el embajador de Cuba en Nicaragua, Juan Carlos Hernández, así como demás miembros de esa legación, quienes expresaron respeto y pesar por la pérdida de un gran amigo de la isla.
‘Usted Padre D’Escoto supo sobrecumplir la norma, estuvo hasta los últimos instantes apoyando las causas nobles de los pueblos de NuestrAmerica. Gracias por esa inmensa solidaridad con Cuba y por ese amor que le profesaste hasta el final de tus días’, escribió Hernández en su cuenta de la red social Facebook.
La noticia del deceso consternó a los nicaragüenses y amigos en todas partes del mundo, cuyas expresiones de condolencias y reacciones a su legado no se hicieron esperar.
El canciller de Nicaragua resaltó que el padre D’Escoto implementó las políticas exteriores nacidas del seno de la Revolución Sandinista, en defensa de la soberanía y el derecho de los pueblos de vivir en paz.
Asimismo, recordó el llamado que el religioso hiciera de reconstruir organizaciones internacionales como las Naciones Unidas, en favor de los pueblos.
‘Un sacerdote cristiano, revolucionario en todo el sentido de la palabra, en el aspecto político, en el ámbito diplomático, también en el ámbito religioso. Un hermano, un compañero que nos deja un legado importante en la lucha, en la implementación de las políticas exteriores de la Revolución’, enfatizó.
Por otra parte, el asesor presidencial Emilio Rapaccioli catalogó a D’Escoto como un santo, por sus acciones siempre apagadas a sus principios religiosos.
A su vez, el general en retiro Ã’scar Mojica lo valoró como una de las figuras más recias de la historia reciente del país, representando los anhelos de paz del pueblo nicaragüense.
Fue precisamente esa agenda la que propuso en los distintos espacios internacionales, siendo él, el impulsor de los acuerdos de Esquipulas, los que trajeron la paz a Centroamérica, puntualizó.
Igualmente desde países como Ecuador, Venezuela, El Salvador y México, entre otros, así como de la Asamblea General de Naciones Unidas, organismos internacionales y personalidades mundiales llegaron mensajes de respeto, condolencias y dolor por el lamentable deceso.
D’Escoto presidió la Asamblea General de Naciones Unidas entre 2008 y 2009 y fue considerado un amigo entrañable de los pueblos del mundo, al defender temas cruciales para la humanidad como la paz, la seguridad, el desarrollo, la lucha contra el hambre y la pobreza.
Defendió en todas las tribunas a la Revolución Sandinista, la dignidad de Nicaragua, y apoyó causas como la liberación de los cinco antiterroristas cubanos y la independencia de Puerto Rico, entre otras causas justas que promovió y apoyó.