Hoy se cumplen 52 años de la muerte de Nino Bravo: La voz que nunca se apaga

Un día como hoy, 16 de abril, pero de 1973, el mundo de la música perdió a una de sus voces más poderosas y emotivas: Nino Bravo.

Han pasado 52 años desde aquel trágico accidente automovilístico que acabó con su vida a los 28 años, pero su legado sigue más vivo que nunca en los corazones de millones de personas que crecieron escuchando sus canciones.

Nacido como Luis Manuel Ferri Llopis, Nino Bravo, fue una de las voces más representativas de la música romántica en español, y un símbolo de pasión, intensidad y talento natural.

Con éxitos como Libre, Te quiero, te quiero, Noelia y Un beso y una flor, dejó una huella imborrable en la historia de la música hispana.

Su muerte repentina, cuando apenas estaba en la cúspide de su carrera, conmocionó al público y a la industria musical.

Aquel 16 de abril de 1973, mientras se dirigía a Madrid, su coche se salió de la carretera y el accidente le costó la vida.

Desde entonces, cada año su recuerdo se convierte en motivo de homenaje por parte de artistas, familiares y fanáticos que se niegan a dejar que su voz se apague.

A pesar de su corta vida, Nino Bravo logró lo que muchos no alcanzan en décadas: trascender. Su voz sigue sonando fuerte en emisoras de radio, en listas de reproducción, en homenajes y hasta en las nuevas generaciones que descubren su música por primera vez.

Hoy, a 52 años de su partida, el mundo recuerda al cantante y al hombre que cantaba con el alma y emocionaba con cada nota. Porque Nino Bravo no murió del todo: vive en cada verso, en cada melodía, en cada corazón que se estremece al escucharlo.

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