Los 13 mineros que el pasado 26 de abril fueron secuestrados en la provincia peruana de Pataz fueron hallados muertos la mañana de este domingo 4 de mayo, y todo hace indicar que las víctimas fueron ejecutadas.

Los cuerpos fueron hallados en los socavones mineros ubicados en Pataz. Según medios locales, durante el tiempo que duró el secuestro no hubo negociación con los captores.
El principal sospechoso de la masacre es Miguel Rodríguez Díaz, conocido como “Cuchillo”, que habría exigido un rescate de cuatro millones de soles (algo más de un millón de dólares) por la liberación de los rehenes.
Se cree que “Cuchillo” controla una organización criminal que opera en el departamento de La Libertad, al que pertenece la provincia de Pataz, a la que se atribuyen otros actos criminales que también dejaron víctimas mortales.
La masacre ha tenido lugar en medio del estado de emergencia vigente en la provincia de Pataz, decretado el 24 de febrero tras diversos atentados vinculados a la minería ilegal y a mafias del crimen organizado.