Patrick Thompson, de 42 años, un hombre oriundo de Arizona, Estados Unidos, decidió cocinar vivo al perro de su familia tras discutir con su hija porque no le gustaba la forma e que se había vestido.
Todo comenzó cuando su la adolescente se puso una camisa pero al hombre no le gustó y ella se negó a quitársela retando a su padre. El hombre «bien arrecho» agarró al perro de la familia y lo cocinó vivo enfrente de sus cuatro hijos.
Thompson declaró después a los medios que era el perro de la familia o su hijo de 6 años de edad, fue entonces cuando todos escaparon pero pudo agarrar al pobre animal.
El desquiciado fue arrestado y acusado por fumar marihuana y haber asesinato al can.