“Esto es una cosa bien rara, parece maleficios o de cosas del fin del mundo”, dijo uno de los trabajadores de la finca.
Por su parte el propietario de la finca, dijo que a excepción de la cerda que parió, a los demás puercos de su propiedad, los sacrificó para no volver a ver un fenómeno como este.
“Decidí, eliminar toda la porqueriza y cancelar la granja porcina”, expresó el finquero.
Por su parte, la misma naturaleza se encargó de apagar la vida de los tres cerditos que nacieron con malformaciones en cuestión de horas.