La ola de calor que azota Europa en los primeros días de julio de 2025 ha dejado al menos 8 personas muertas: 4 en España, 2 en Francia y 2 en Italia. Este fenómeno meteorológico extremo se caracteriza por temperaturas récord, incendios forestales devastadores, alertas sanitarias y situaciones críticas en varios países europeos.

España está llevando la peor parte, con cuatro víctimas fatales registradas hasta el momento. Dos personas murieron en un incendio forestal en Cataluña, donde las llamas obligaron a evacuaciones masivas y dejaron un ambiente tóxico además de una devastación general. Las otras dos víctimas españolas perdieron la vida en Extremadura y Córdoba, ambas relacionadas con golpes de calor o exposición prolongada a las altas temperaturas.
En Francia, dos personas fallecieron por enfermedades relacionadas con el calor, según confirmó la ministra de la Transición Ecológica. Pero lo más preocupante es que más de 300 personas han sido hospitalizadas por golpes de calor, sobre todo en el sur del país, donde se superaron los 40 grados centígrados.
Italia también está sufriendo las consecuencias mortales de esta ola de calor. Dos hombres mayores de 60 años murieron en incidentes separados en playas de Cerdeña, afectados por el calor extremo. Estas muertes ocurrieron en zonas turísticas.
El país ha emitido alerta roja en 18 ciudades, incluyendo Roma, Milán y Florencia, con temperaturas cercanas o superiores a los 40 grados centígrados. Se ha registrado un aumento significativo de incidentes médicos en zonas turísticas y costeras, donde tanto locales como visitantes están siendo afectados por las condiciones extremas.
La situación en España no mejorará pronto. La ola de calor continuará durante la primera semana de julio, con máximas superiores a 40 grados centígrados esperadas en el sur del país. Las mínimas nocturnas no bajarán de 23 a 25 grados centígrados en muchas localidades, dificultando la recuperación nocturna que tanto necesita el cuerpo humano.
Las lluvias serán escasas, aunque podrían presentarse tormentas vespertinas aisladas en el interior. El calor persistirá especialmente en la Península y Baleares, y se prevé que julio sea un mes más cálido y seco de lo habitual, lo que aumenta el riesgo de más incendios forestales.
La ola de calor no se limita al sur de Europa. Países como Alemania, Dinamarca y Bélgica están experimentando temperaturas inusualmente altas, con máximas de hasta 40 grados centígrados en Baviera y 37 grados centígrados en Bélgica. En Dinamarca, se esperan los registros más altos en más de 30 años.
Esta extensión del calor extremo hacia el norte de Europa es particularmente preocupante porque estas regiones no están acostumbradas a temperaturas tan altas y muchas veces carecen de la infraestructura necesaria para hacer frente a estas condiciones.
El calor extremo persistirá al menos hasta mediados de julio en gran parte del continente europeo, con pocas precipitaciones esperadas y un riesgo elevado de nuevos incendios forestales y problemas de salud pública.