En Santa Lucía, Boaco, fueron sepultadas las cenizas del compatriota José Domingo Coronado Rivas, de 63 años, quien fue encontrado congelado en una morgue luego de haber desaparecido desde el pasado 10 de diciembre en Costa Rica.
Familiares explicaron que José Domingo vivía solo en ese país y fue visto por última vez al salir de la casa que alquilaba en Rincón Grande, en Pavas, vistiendo jean negro y una camisa de mangas cortas color café.
Se conoció que el pinolero tenía tres décadas de vivir en Costa Rica y hablaba sobre planes de viajar a Nicaragua en diciembre, lo que no pudo hacer realidad, al fallecer en circunstancias que aún no han sido esclarecidas.
Familiares dijeron que tras casi seis semanas de intensa búsqueda, finalmente alguien les informó que había un cuerpo con las características de José Domingo en las gavetas de una morgue, y cuando fueron a ver el cuerpo, confirmaron que se trataba de él.
Los restos del nicaragüense fueron cremados y trasladados a Boaco para darle el último adiós.
Se presume que en el deceso de José Domingo Coronado pudo haber mano criminal, ya que al momento de ser encontrado su cuerpo no le encontraron ni su cartera ni el celular.