Un caso dejó a muchos con la boca abierta, ocurrió en agosto del año 2021 en una comunidad de Chidiza, en Zambia, cuando un pastor de apenas 22 años perdió la vida por creer que podía resucitar igual que Jesucristo.

Este muchacho llamado James Sakara, pastor de la iglesia Sion, estaba tan seguro de tener poderes divinos que convenció a tres de sus seguidores para que lo ayudaran a enterrarse vivo.
El joven les dijo que lo enterraran en una tumba no muy profunda, con las manos bien amarradas, y que él iba a resucitar después de tres días, tal como lo hizo Jesús según la Biblia.
La mayoría de la gente de su congregación le dijo que no lo hiciera, que eso era una barbaridad, pero el pastor necio insistió citando pasajes bíblicos. Él interpretaba que cuando Jesús dijo a sus discípulos «hagan esto en memoria mía«, se refería también a lo de resucitar, no solo a tomar la comunión como entendemos los cristianos.
TRES DÍAS BAJO TIERRA
Sakara logró convencer a estos tres hombres, quienes cavaron un hoyo en la tierra y lo metieron ahí adentro, con las manos amarradas para que fuera más parecido al entierro de Cristo. Lo dejaron ahí y se fueron, esperando que después de tres días ocurriera el milagro que el pastor tanto anunciaba.
Cuando pasaron las 72 horas, los mismos que lo enterraron regresaron bien nerviosos para ver si había cumplido su promesa de volver a la vida. Pero lo que encontraron fue algo totalmente distinto: El cuerpo de Sakara estaba sin vida dentro de la tumba. Desesperados, intentaron hacer unos «ejercicios espirituales» para revivirlo, pero ya era demasiado tarde.
Según informaron las autoridades, la causa de la muerte fue asfixia por estar enterrado vivo. Una muerte que se pudo evitar completamente y que dejó a una esposa embarazada sin su esposo y a una congregación desconcertada y dividida.
Algunos seguían creyendo que el pastor tenía poderes divinos, mientras que otros quedaron completamente desilusionados al ver que lo que parecía una gran demostración de fe terminó en una tragedia terrible.
PROBLEMAS CON LA JUSTICIA
La situación no terminó ahí. Las autoridades locales presentaron cargos por homicidio contra los tres hombres que ayudaron a Sakara con su plan. Uno de ellos ya fue detenido, pero los otros dos todavía andan sueltos, huyendo de la justicia.
Y es que las cosas no son tan sencillas. Aunque el pastor les pidió que lo enterraran, ellos sabían que estaban poniendo en peligro su vida al dejarlo bajo tierra sin aire para respirar durante tres días.
UNA REFLEXIÓN SOBRE LOS EXTREMOS DE LA FE
Este caso nos muestra lo peligroso que puede ser cuando los líderes religiosos llevan su fe a extremos mortales y arrastran a sus seguidores con ellos. La mezcla de creencias religiosas con prácticas de medicina tradicional y una interpretación literal y personal de la Biblia puede ser una combinación fatal.
La historia de James Sakara nos recuerda que la fe debe ir acompañada de sensatez. El joven pastor perdió la vida intentando probar algo imposible, dejando atrás a su familia y a una comunidad profundamente afectada por su decisión.
Este caso trágico ocurrido en Zambia ha dado la vuelta al mundo como una advertencia sobre los peligros del fanatismo religioso y la importancia de mantener un equilibrio entre las creencias espirituales y el sentido común.