Los animales son capaces de predecir terremotos gracias a su sensibilidad para detectar electricidad en el ambiente, según un estudio divulgado por científicos de la universidad británica de Anglia Ruskin, en Inglaterra.
Cámaras ocultas en el Parque Nacional de Yanachaga-Chemillén, en Perú, revelaron cómo se reducía la cantidad de animales que merodeaban por la zona 23 días antes de un terremoto de magnitud 7 en la escala de Richter que se produjo en 2011.
“Los análisis muestran que justo antes del terremoto la actividad de los animales se desplomó“, comentó Grant, que subrayó que el parque nacional se encontraba a 320 kilómetros del epicentro.
Los investigadores detectaron además que en los días previos al terremoto el ambiente en esa zona estaba cargado de iones positivos, lo que según los científicos puede provocar agitación, hiperactividad y confusión en los animales.
“La actividad sísmica provoca estrés en la corteza terrestre, lo que, entre otros efectos, lleva a una ionización masiva del ambiente”, señaló Grant.
El estudio sostiene que los animales que habitan normalmente en el parque, en su mayor parte roedores, abandonaron el lugar al sentirse incómodos en una zona cargada de electricidad.
“Los animales más sensibles a los iones positivos son aquellos que viven más próximos al suelo. Es mucho más sencillo que puedan sentirlo“, explicó la investigadora.