Lulu es una cerda a la que su granjero abandonó porque estaba herida y fue recogida por Deb Delvin, del santuario “Don’t Forget Us Pet Us” en Dartmouth, Massachusetts hace casi diez años. Primero era desconfiada y estaba aterrorizada pero, con el tiempo y el amor, salió su nobleza y lealtad.
Tanto es así que Baby, una vaca ciega que no encajaba con ningún animal porque no lograba entablar amistad con los demás, se enamoró de Lulu y se volvieron inseparables. La cerdita se convirtió no sólo en su mejor amiga sino también en sus ojos.
Ocho años después de que se forjara esta preciosa relación, Baby tuvo que despedirse de Lulu, que falleció hace apenas un mes. Este hecho traumático para la vaca le hizo plantearse a Deb si saldría adelante o, simplemente, se dejaría morir sin comer y llorando todo el día.
Mientras Baby sufría, una cría de vaca se escapó varias veces del matadero y se volvió famosa gracias a una foto de ella cubierta de nieve en la fría Inglaterra del norte. Ella no estaba dispuesta a ser asesinada y, afortunadamente, el santuario la salvó.
La pequeña cría estaba en el santuario y, a los pocos segundos de su llegada, Baby fue directa hacia ella y se repitió esa conexión mágica que tenía con Lulu, a la cual seguía llorando. Según Deb: “Baby nunca tuvo hijos pero está haciendo de mamá de este pequeño.
Ella es ciega, pero cuando el empieza a caminar, ella se dirige exactamente hacia dónde está y se queda delante de él, acompañándole.
Ahora es ella la que protege a la cría, como Lulu hizo con ella en su día.