La ONG Fuck For Forest estrenó documental con temática porno-ecológica que busca dar a conocer la labor que realizan sus activistas.
Desde el 2004, la ONG alemana Fuck For Forest busca recaudar fondos para financiar proyectos ecológicos ofreciendo material pornográfico amateur.
El documental cuenta con el aval de su participación en festivales de cine como Austin y Rótterdam, y fue premio al mejor documental en Warsaw International Film Festival en 2013.
La película observa con ojo imparcial el viaje que desarrolla la organización desde Berlín hasta el Amazonas dispuestos a ayudar a los indígenas.
La crítica no se ha mostrado del todo complaciente con el trabajo de quienes apuestan a convertir lo erótico en una forma de lucha ambientalista.
Sin embargo, publicaciones de primera línea como The Guardian y Variety, consideran destacable la “frescura” y “honestidad” de los realizadores, que no andan con muchas vueltas a la hora de mostrar las cosas.
El reciclaje del idealismo sexual de la década de 1970, en activismo ecológico cuenta con el apoyo de activistas de primera línea como Annie Sprinkel, aunque también ha recibido críticas por la “masificación como producto” de la sexualidad y el proteccionismo.