¡Las amantes lo pasan mejor! Un estudio de Ashley Madison revela que tanto hombres como mujeres se sueltan más con sus amantes, describiendo sus encuentros como “salvajes” y más energéticos en comparación con las relaciones con sus cónyuges. El 53% de los encuestados confesó que son más lúdicos en estas relaciones.
La monotonía en el matrimonio lleva a muchos a buscar una chispa afuera. Mientras con su pareja oficial predominan posiciones más tradicionales como el “misionero”, con sus amantes prefieren el «estilo perrito» o la «vaquera», disfrutando más la aventura.
El contacto con un amante no solo reaviva el deseo sexual, sino que también eleva la autoestima, según los expertos. Sentirse admirado y deseado por alguien nuevo es un poderoso afrodisíaco que impulsa a las personas a experimentar sin reservas.
Al final, lo que cuenta es mantener viva la pasión y la comunicación. Ya sea con la pareja o un amante, probar cosas nuevas es clave para una vida sexual más satisfactoria.