Salvador Antonio Flores Rosales, de 17 años, se quitó la vida ingiriendo veneno para ratas en su casa situada del mercado 7 cuadras al norte en la zona 11 del municipio de Ciudad Sandino.
El joven fue encontrado en su cuarto por sus familiares, quienes también hallaron dentro del baño un bolso verde conteniendo tres paquetes de Racumín de cien gramos.
Al ser llevado al hospitalito de Ciudad Sandino, el doctor Mauricio Marín confirmó que el muchacho ya no tenía los signos vitales y que efectivamente su muerte fue causada por el raticida.
Según informes policiales, en ocasiones anteriores Salvador Antonio Flores ya había intentado matarse por razones pasionales, por lo cual su mamá Dominga del Carmen Rosales Pavón firmó acta de desistimiento.