Un grupo de experimentados médicos, realizó una delicada e inusual cirugía por más de una hora a un paciente de 55 años quien se perforó el recto con una yuca de 45 centímetros de largo y 8 centímetros de diámetro, forrada con dos condones.
El paciente, cuya identidad no fue dada a conocer, ingresó al Hospital San Juan de Dios en condición muy delicada luego de que el látex que recubría la yuca se reventó, lo que propició el accidente, comprometiendo no solo el intestino del paciente sino también otros órganos vitales.
La Unidad de Emergencias Quirúrgicas informó que este tipo de práctica puede perforar el recto y generar una peritonitis secundaria, que es una infección que de no tratarse a tiempo pone en riesgo la vida de la persona.
Al respecto especialistas indicaron que exámenes de rayos X a pacientes que se introducen cuerpos extraños, muestran trozos de madera dentro de un estómago, celulares atravesados en el colon de un prisionero, botellas, focos, patas de cama, baterías, consoladores y drogas.
Mauro Fernández, sexólogo, manifestó que la historia de este tipo de personas es frecuente y gradual.
“A uno le gusta lo que le gusta, hay quienes sienten placer cuando introducen objetos en los orificios de la orina, oídos, boca, vagina y ano, lo que les despierta un deseo sexual. Este tipo de personas desencadena una excitación y hasta un orgasmo al hacerlo”, afirmó.
Según las autoridades médicas del hospital San Juan de Dios, en 2014 se registraron 5 casos y el año pasado 6 de pacientes que fueron atendidos en diferentes hospitales de la capital por tener objetos groseros dentro de su organismo, llámese ano o en la vagina.