Miles de japoneses asistieron este domingo a la ciudad de Kaswasaki para celebrar su peculiar festival del pene, el cual se celebra cada año, donde desfilan estatuas gigantes del miembro viril masculino.
Los japoneses celebran cada primavera el Kanamara Matusir (Festival del pene de metal) donde se dan cita todo tipo de objetos que representen el falo masculino ya sea llaveros, bombones y hasta anteojos.
Un sacerdote del santuario sintoísta de Kanayama explicó a una prestigiosa agencia de noticias que el festival de Kawasaki tiene una función pedagógica más que folclórica «Si los niños no se acostumbran a verlos (los genitales masculinos) podrían estar aterrorizados cuando llegue el momento», aseguró.
«La gente viene a rezar por la buena fortuna y a pedir que los dioses les protejan. El festival está arraigado en el pasado pero sigue teniendo un papel importante en la sociedad moderna», explicó.
Según la leyenda local durante la era de Edo (1603-1868) un demonio con dientes afilados que vivía en la vagina de una mujer castró a varios hombres durante su noche de bodas. Un herrero creó entonces un consolador para romper los dientes del demonio.
Un falo de acero de un metro de altura se encuentra instalado en el patio del santuario de Kanayama en homenaje a las divinidades sintoístas de la fertilidad, de la concepción y de la protección de las enfermedades de transmisión sexual.