Esta enfermedad se desarrolla en los labios dentro de la boca, en la parte posterior de la garganta, en las amígdalas o en las glándulas salivales.
Sus causas principales serian el tabaco y el consumo excesivo de alcohol. Se puede realizar un tratamiento, siempre y cuando sea detectado a tiempo y se basará en cirugía o quimioterapia.
Asimismo, al igual que la mayoría de los otros tipos de cáncer, muchas veces no suele presentar síntomas, por eso lo más recomendable es tomar precauciones para evitar su aparición. Sin embargo, existen algunas señales que suelen presentar y que nos ayudaría a reconocer su aparición.
Síntomas más comunes:
– Heridas en los labios, encías y dentro de la boca que no cicatrizan.
– Aumento del volumen de la parte interna de la mejilla.
– Sensación de adormecimiento en alguna parte de la boca.
– Manchas en las encías.
– Dolor o sensación de atragantamiento en la garganta.
– Cambio de voz.