La mayoría de las veces, esas personas que no tienen nada que esconder son las que resultan más transparentes en sus acciones.
En realidad esto último no es un concepto demasiado difícil de entender: las personas con más confianza son generalmente las más abiertas e igualmente las más honestas también.
Ese tipo de personas nunca se intimidan ante las situaciones sociales, o ante los aspectos de su pasado y tampoco se sienten avergonzados de demostrar lo que ellos son “verdaderamente”. En términos generales, lo que ves es lo que hay…
Habiendo dicho eso, se entiende entonces que aquellas personas que guardan inseguridades, tienden a actuar en su vida de una manera distinta, lo que generalmente implica que deben algunas veces esconder algo.
Son personas menos abiertas, prefieren evitar conversaciones prolongadas y muchas veces te costará entender lo que pasa por su mente.
Te darás cuenta con el tiempo, que todas esas actitudes se presentan porque esas personas están intentando ser algo que no son – en su intento de ocultar o compensar esas mismas inseguridades.
Ahora, lo que es verdad de todo esto, es que las inseguridades no surgen sin ninguna razón o justificación a la base de ellas: las personas que buscan esconder cosas, es porque bueno, realmente tienen algo que ocultar.
1. Hoy en día, en muchos casos, el teléfono representa gran parte de nuestras vidas:
En esta actual “era digital”, o como mejor prefieras llamarla, las caras de las personas que conoces las ves en el teléfono el 90% de las veces. ¿A qué equivale eso? Los teléfonos se han convertido en una versión de bolsillo de nuestras vidas – lleno de todos nuestros “me gusta” e intereses en una serie de aplicaciones.
Cuando una persona tiende entonces a ocultarte su teléfono, eso significa también que te está prohibiendo acceder a una parte importante de su vida y te hace saber con esa actitud que se siente más cómodo cuando te encuentras fuera de ella.
2. Si no estás actualizado con los nombres, difícilmente actualizarás tu relación:
Si tú novio o novia no tiene nada oscuro que ocultar, créeme que nunca intentará esconder su teléfono de ti. Sin embargo, si con el tiempo empiezas a notar distintos mensajes de nombres que desconoces que existían en la vida de tu pareja – y que además las excusas parecen forzadas – es muy probable que no sea por una gran coincidencia.
3. Tu pareja no debe estar resguardada por una contraseña:
En una relación correcta, normalmente deberás tener todas las puertas abiertas hacia tu acompañante. Es importante que este concepto no funcione sólo “a veces”, y que tu pareja no sólo se muestre completamente accesible cuando es conveniente.
Entonces, si una contraseña de 4 dígitos pareciera ser una gran barrera entre tú y ciertos aspectos de la vida de tu pareja, es sólo mi punto de vista, pero creo que te estás quedando fuera de algo importante.
4. No debería haber nada en el teléfono que tu pareja no pueda decirte:
Tu pareja no debería mostrarse protector sobre el contenido que guarda su teléfono, o al menos, no cuando él o ella es la misma persona contigo en la vida real. Si tu pareja tiene miedo de que veas algo que él o ella sabe que no te va a agradar, yo simplemente creo, que al final de todo, no eres la persona ideal entonces para esa persona. Los teléfonos deben ser utilizados como teléfonos, no como fuentes para conocer la verdadera personalidad de alguien.
5. Los teléfonos pueden crear realidades separadas:
Ya sea que estés de acuerdo con esto o no, los teléfonos pueden muchas veces crear un sentido de la realidad completamente diferente al de la vida física. Si ese no fuera el caso, entonces los feos seguirían siendo sólo feos, y no una persona fea que en las pantallas es reconocida por sus fotos medias desnudas y calientes.
Mientras que tú estás muy seguro de tu vida, tu novio o novia podría estar viviendo una doble vida, dentro de ese famoso teléfono y, en esta era no sería tan fácil para ti estar 100% seguro de eso.
6. Los teléfonos no son una nueva extremidad:
Las personas, en una relación o no, deberían tomar el rol de su teléfono de una manera más seria. Para muchas personas, este dispositivo es como una extensión de sus manos – y los toman como si se tratara de hecho una parte nueva de su cuerpo.
Es cierto, los teléfono pueden resultar importantes – pero cuando las personas comienzan a confundir a ese aparato con su propia realidad, es cuando el asunto se pone complicado y, mucho más si esto sucede en el medio de una relación.