¿A quién no le ha pasado que anda con una tos que parece que nunca se va a quitar? Pues les vamos a compartir por qué a veces esa tos es más necia que un zancudo de noche.
1. El estrés
El estrés no es cualquier cosa. Andamos con mil problemas en la cabeza, corriendo de aquí para allá y no le damos chance al cuerpo de curarse.
2. Andamos secos
Cuando andamos con gripe, hay que tomar agua como si fuéramos a cruzar el desierto. Los doctores no se cansan de decirnos: «Tome líquidos, tome sopita». Y ojo, nada de licor ni café, que eso es como echarle leña al fuego.
3. Se nos meten las bacterias
Cuando las vías respiratorias están afectadas las bacterias hacen su agosto. Ya sabemos: bronquitis, neumonía y toda esa clase de males. Si la cosa empeora es mejor ir al médico lo antes posible.
4 – Las pastillas para la presión
Resulta que de cada 5 personas que toman medicinas para la presión alta, uno termina con una tos que parece interminable. Así que cuidado con eso.
5. El clima nos hace la maldad
Y para rematar, el clima. Si andamos de un lugar seco a uno húmedo, o al revés, más rápido empeora la tos. Es como si el cuerpo no supiera en qué canal sintonizar.
Así que ya saben si andan con una tos que no se quita fíjense en una de estas razones. Y recuerden, la salud es primero. Si la cosa no mejora, no anden de machitos, vayan al doctor.