El incendio provocado por la colisión entre un carguero y un petrolero el lunes en el Mar del Norte, frente a las costas de Inglaterra, continuaba activo hoy martes en horas de la mañana, generando temores de un gran desastre ecológico.

El incidente ocurrió a 16 kilómetros de la ciudad de Hull, en Yorkshire, y ha puesto en alerta a las autoridades británicas y organizaciones ambientales.
Uno de los tripulantes del carguero Solong, de bandera portuguesa, desapareció durante el incidente, y aunque la búsqueda fue suspendida durante la noche, no se ha confirmado si se reanudará. Los 36 miembros de ambas tripulaciones fueron rescatados y llevados a la costa sanos y salvos.
El petrolero Stena Immaculate, fletado por el Military Sealift Command de las fuerzas armadas de Estados Unidos, estaba anclado cuando fue embestido por el carguero Solong, que transportaba una cantidad indeterminada de alcohol y 15 contenedores de cianuro de sodio, un gas altamente tóxico e inflamable.
La colisión provocó la ruptura de uno de los tanques del petrolero, que contenía queroseno Jet-A1 para aviación, lo que generó una fuga y aumentó el riesgo de daños ambientales en la zona.
Aunque no hay evidencia de que el incidente fuera de naturaleza criminal, según una fuente gubernamental citada por The Daily Telegraph, las autoridades no descartan ninguna posibilidad.
El área donde ocurrió la colisión es conocida por su rica vida silvestre y marina. Tom Webb, profesor de ecología marina en la Universidad de Sheffield, advirtió que la contaminación química resultante de este tipo de incidentes puede tener un “impacto directo en las aves” y efectos a largo plazo en la cadena alimentaria marina.
Greenpeace también alertó sobre los “múltiples peligros tóxicos” del accidente, especialmente para la vida marina. Paul Johnston, científico principal de los Laboratorios de Investigación de Greenpeace en la Universidad de Exeter, señaló que el queroseno que penetró en el agua es “tóxico para los peces y otras criaturas marinas”.
El ministro británico Matthew Pennycook describió la situación como “dinámica y en rápida evolución”, aunque aseguró que las lecturas de calidad del aire eran normales y que los guardacostas están “bien equipados” para contener y dispersar cualquier derrame de petróleo.
Entre las medidas disponibles se incluyen barreras desplegadas desde embarcaciones para detener la propagación del petróleo y aeronaves que pueden rociar dispersantes sobre un derrame.
El petrolero “Stena Immaculate”, propiedad de la empresa sueca Stena Bulk, transportaba 220,000 barriles de queroseno y había zarpado el 27 de febrero del puerto griego de Agioi Theodori, con destino a Killingholme, en el norte de Inglaterra.
Un portavoz militar estadounidense confirmó que el buque estaba fletado “temporalmente” por el Military Sealift Command, un servicio que opera buques con tripulación civil para el Departamento de Defensa de EE.UU.
La investigación sobre el accidente será liderada por Estados Unidos y Portugal, los países donde están registrados los buques.
Los investigadores de accidentes marítimos del Reino Unido ya han comenzado a recopilar pruebas para determinar las causas de la colisión, que ocurrió mientras el carguero Solong se dirigía de Grangemouth, en Escocia, a Róterdam, en los Países Bajos.