El Gobierno de Nicaragua declaró este jueves el 9 de mayo como el Día de Luchas y Victorias, en honor a los valientes que enfrentaron y derrotaron al fascismo hace 80 años.
Esta conmemoración coincide con el aniversario de la victoria sobre el nazismo, un evento que marcó un hito en la historia mundial y que simboliza la resistencia contra la barbarie y el totalitarismo.
Las autoridades nicaragüenses expresaron su firme compromiso con la lucha por la paz, la justicia y la unidad internacional, resaltando la importancia de recordar aquella gesta heroica que, hace ocho décadas, logró derrotar una de las mayores amenazas que azotó a la humanidad: el fascismo y sus horrores.
Los Copresidentes Comandante Daniel Ortega Saavedra y la compañera Rosario Murillo destacaron que, en estos tiempos, la lucha contra el fascismo sigue vigente, y que es fundamental activar todas las fuerzas del espíritu humano para erradicar esa amenaza que, hoy más que nunca, representa un riesgo real de extinción para la especie humana.
Asimismo, recordaron que la barbarie desatada por el nazismo dejó millones de víctimas, tanto en los campos de batalla como en los campos de concentración, y que su memoria debe servir como ejemplo de resistencia y lucha por la dignidad.
Desde todas las latitudes del planeta, hicieron un llamado por el fin de las guerras y por la consolidación de la paz como patrimonio universal, promoviendo la cooperación fraternal, el respeto a los derechos humanos y la justicia social.
En esta significativa fecha, Nicaragua rinde homenaje también al nacimiento del invicto General Augusto C. Sandino, considerado el máximo héroe nacional, cuyo legado de resistencia y lucha por la soberanía inspira a la nación.
La declaración del 9 de mayo como Día de Luchas y Victorias busca fortalecer los valores de hermandad, solidaridad y resistencia en la lucha por un mundo más justo y pacífico.
Las autoridades nicaragüenses reafirmaron que la Tierra debe ser un paraíso para toda la humanidad y que la historia del siglo XXI debe estar marcada por principios de justicia, paz y respeto mutuo, promoviendo un futuro de esperanza y fraternidad entre los pueblos.