Se llama Amanda Gryce, y a sus 25 años sufre cada día una media de 50 orgasmos. Y decimos «sufre» porque no es tan placentero como puede parecer.
Lo que todos asociamos con un momento de placer, para Amanda Gryce es un calvario, incluso ha barajado el suicidio. Esta joven estadounidense de 25 años padece Trastorno de Excitación Genital Persistente (PGAD / PSAS de sus siglas en inglés), por lo que su área genital está en constante excitación, y puede llegar a sentir hasta 50 orgasmos diarios. A diferencia de los orgasmos que sentimos el resto de personas, a ella le producen mucho dolor, y le impiden relacionarse con normalidad con el resto de la sociedad, además de provocarle aislamiento y una gran ansiedad.
«Es como cuando comes mucho dulce, acabas cansándote», explica Amanda, tratando de expresar lo agotador que puede resultar el placer, que hasta le provoca lágrimas. La más mínima alteración en sus genitales, como el movimiento del coche, la vibración del móvil o los sonidos bajos de una discoteca la puede estimular.
Amanda ha padecido este trastorno desde que tenía 6 años, y ha iniciado un tratamiento en el Instituto de Síndromes Femeninos para intentar paliar los fuertes dolores pélvicos que sufre. Es una situación incontrolable, esté donde esté, incluso ha tenido que interrumpir esta entrevista concedida a Barcroft TV porque tuvo uno de estos orgasmos.
Por suerte, Amanda Gryce ha encontrado una pareja de lo más comprensible. Conoció a Stuart Triplett, de 22 años, en un sitio de citas, y el joven la está apoyando en el tratamiento y la terapia que necesita. Aunque le está costando, ya que los médicos le han recomendado una absoluta abstinencia sexual, por tal de poder controlar sus síntomas. De momento, los ejercicios y el yoga están funcionando positivamente en su tratamiento, y la joven espera que pronto pueda contener estos orgasmos imprevisibles.
El trastorno que sufre Amanda no es exclusivo de las chicas. Dale Decker ha sido uno de los pocos hombres que ha admitido públicamente sufrir este síndrome, llegando a tener más de 100 orgasmos al día. «Imagina estar arrodillado en el funeral de tu padre junto a su féretro, despidiéndote de él, y tener nueve orgasmos en ese momento mientras toda tu familia está detrás de ti», cuenta con frustración.