Entre mariachis y mensajes de afecto, familiares, amigos y miembros de la comunidad en Magnolia, Texas, despidieron a Anggy Daniela Díaz Rivera, la nicaragüense de 21 años, que fue atrozmente asesinada por su esposo Jared James Dicus.
“Amaba la comida china; su color favorito era el rosa; su árbol favorito era el cerezo japonés; jugar con los niños era su gran pasión”, describió en su mensaje una de las anfitrionas del evento.
“Todo va a estar bien”, es la alabanza que cantaba a todo pulmón, añadió la mujer sobre el carácter de la joven quien llegó a los 18 años a Estados Unidos en busca del llamado “sueño americano”, que ella misma cuestionaba fuertemente.
El servicio fúnebre inició de manera privada para familiares y amigos y luego fue abierto al público en general, en la Primera Iglesia Bautista de Magnolia, Texas.
Tras la despedida en Texas, los restos de Díaz serían repatriados a Nicaragua.
Jared James Dicus, también de 21 años, está acusado de asesinato en primer grado.
El hecho sangriento ocurrió la tarde del miércoles 11 de enero y luego el acusado confesó el crimen brutal, durante el cual destrozó a puñaladas y luego decapitó a la joven Anggy.
El acusado será juzgado por un gran jurado del Condado de Waller, por el asesinato de la joven con quien tenía apenas dos meses y medio de casados.
Hasta el momento, se mantiene bajo custodia en una prisión del condado; con una fianza de 500 mil dólares.