El poeta nicaragüense Rubén Darío lideró una verdadera revolución en el mundo de las letras. No solo transformó la forma de hacer poesía, sino también destacó en otros géneros literarios como el cuento o la crónica.
«Yo soy aquel que ayer no más decía
el verso azul y la canción profana,
en cuya noche un ruiseñor había
que era alondra de luz por la mañana».
(Fragmento de Cantos de vida y esperanza)
Un lector precoz
Rubén Darío mismo contó en su autobiografía que aprendió a leer a los tres años. De pequeño ya había leído grandes clásicos de la literatura universal como el Quijote o Las mil y una noches.
No solo fue escritor, también se ganó la vida como periodista y diplomático, labor que le permitió recorrer varios países del mundo.
El padre del Modernismo
A Darío se le conoce como el padre del Modernismo, un movimiento que impactó la cultura hispanoamericana.
Él mismo lo definió como «el verso y la prosa castellanos pasados por el fino tamiz del buen verso y de la buena prosa francesa».
Con el Modernismo se abrió paso a la «universalización literaria, secularización ideológica y rebeldía social», explicó el escritor José Eduardo Arellano.
Azul (1888), Prosas profanas y otros poemas (1896) y Cantos de vida y esperanza. Los Cisnes y otros poemas (1905) son consideradas las obras más emblemáticas del poeta nicaragüense.