Luego que la Policía empezó la búsqueda por el delito de trata de personas del delincuente Jason Yasir Madrigal, de 25 años, alias Lágrima, la noche de este miércoles regresaron a Bluefields los cuatro jóvenes que fueron sus últimas víctimas.
Con mucha alegría sus familiares recibieron a Keyshawn Jamal Campbell Morice, de 15 años; Jose Jonael Vargas Rodríguez, de 16, y Lesther Antonio Regidor y John Franco Paivas, ambos de 17 años, quienes fueron llevados con engaños por “Lágrima” a Costa Rica.
Leer Más | Buscan a sujeto que se llevó a Costa Rica a cuatro jovencitos en Bluefields
Los afectados dijeron que el sujeto Jason Yasir Madrigal, también conocido como Jason Peralta, los llevó a trabajar a piñales en Costa Rica en donde las condiciones laborales son pésimas, por lo cual vendieron todas sus pertenencias para reunir dinero y regresar al país.
Los menores explicaron que después de las fiestas del Tululu el 31 de mayo, el sujeto los trasladó a Costa Rica a unas plantaciones de mala muerte, en donde los dejó, por lo cual decidieron escapar a través de la ruta San Carlos – Nueva Guinea – Bluefields.
Las madres de los afectados denunciaron que cuando alias Lágrima, se llevó a sus hijos, les afirmó que irían a jugar fútbol al municipio de El Sauce, en León.
Un delincuente dedicado a la trata de personas
Se conoció que Jason Yasir se dedica al traslado de personas hacia Costa Rica ofreciéndoles trabajo en viveros y plantaciones de piña, con sueldos semanales de 4 mil 500 colones, de lo cual deben de darle un porcentaje por haberlos llevado a laborar.
También se supo que en el año 2015, “Lágrima” trasladó bajo engaños a Costa Rica, a otro joven quien supuestamente fue vendido a una banda delictiva denominada Las Tortugas.
La señora Jahaira Quintero, tía de esa víctima, afirmó que el tal Jason se lleva a los adolescentes con engaños diciéndoles que van a ganar mucho dinero, y al llegar allá los entrega a quienes los explotan laboralmente y a cambio él recibe dinero, tras lo cual se regresa a buscar más chavalos.
Afortunadamente, el sobrino de doña Jahaira, logró regresar sano y salvo, tras negarse a comer y hacérsele el enfermo a los mafiosos.