Un juez de la Corte Superior de Los Ángeles denegó la petición que hizo Britney Spears de recobrar su vida y evitar que su padre siguiera siendo su tutor.
La decisión judicial fue tomada y anunciada a la cantante una semana después de que Britney pidiera que su padre dejara de controlar sus finanzas y decisiones.
El fallo estima que el patrimonio de la estrella del pop que ronda unos 60 millones de dólares, debe seguir siendo controlado y conservado en parte por su padre Jamie Spears.
La cantante de Baby, one more time solicitó la pasada semana poner fin a la tutela legal por la que su padre controla su vida desde hace 13 años, al considerarla «abusiva» y «absurda».
«Esta tutela está pagando el sueldo de mucha gente. Estoy harta», aseguró la cantante ante el juzgado de Los Ángeles durante una intervención telefónica repleta de declaraciones contundentes como: «no soy feliz», «no puedo dormir» y «me sentí drogada».
Se trata de la primera vez que Spears se opuso públicamente al control que su padre ejerce sobre aspectos públicos y privados de su vida por una decisión judicial que se remonta al año 2008, tras una etapa de comportamiento errático.