Un hermoso puma blanco se convirtió en el nuevo miembro del Zoológico “Thomas Belt”, en Juigalpa, Chontales, que alberga distintas maravillas naturales de nuestro país.
El pelaje blanco de este depredador natural se ha convertido en la sensación de los responsables del zoológico que cuidan esta especie en peligro de extinción.
Con su nacimiento en cautiverio, el puma blanco pone nuevamente a Nicaragua en la mira internacional por sus bellezas exóticas naturales.
Aunque se desconoce si se trata de un caso de Leucismo, una mutación genética que da el color blanco al cuerpo, pero mantiene sus ojos de color normal.
O bien, un caso de Albinismo que causa que los ojos de los pumas cambien a rojos o rosas, lo cierto es que nuestros expertos aprenden de esta especie con el paso de los días.
Según los estudios, el color blanco de esta especia no interfiere en su relación con otros pumas, ni en su atracción hacia las hembras, sin embargo, en la selva lo vuelve en presa fácil de otros depredadores más feroces.