Una ciudadana de apellidos Brenes Guzmán, de 33 años de edad, se privó de la vida en un barrio del casco urbano de la ciudad de Masaya, la noche del domingo.
El papá de apellido Brenes dijo que su hija era señorita, nunca tuvo novio y aprendió los oficios de modista, belleza y pastelería, aunque no los ejerció.
Indicó que la infortunada era una mujer alegre, muy educada y nunca demostró tener algún tipo de problemas por lo que lo sorprendió enterarse de que había tomado la fatal decisión de acabar con su existencia.
Los vecinos del lugar donde se registró el lamentable hecho se encuentran consternados.
Por decisión de la familia, el cuerpo de la mujer sería trasladado a una funeraria de la capital para proceder a su cremación.