El pescador Amelio Ochoa González, de 40 años de edad, quedó con todos los dedos de la mano derecha cercenados al explotarle una bomba artesanal que el mismo fabricaba en la comunidad Las Carpas número 3, en Rancho Grande, Matagalpa.
Familiares dijeron que Amelio Ochoa estaba fabricando las bombas para luego ir a pescar pero la mala manipulación de la pólvora provocó la explosión que lo dejó sin dedos.
El lesionado fue trasladado al centro de salud de la localidad y por la gravedad de las lesiones fue transferido al hospital Cesar Amador Molina, de la ciudad de Matagalpa, donde se encuentra ingresado en la sala de quemados.