Una mujer de apellidos Rojas Espinoza, de 32 años, se quitó la vida ingiriendo una sustancia venenosa detrás de la antigua estación del ferrocarril, en Chinandega, la tarde del domingo.
Al darse cuenta de lo sucedido, familiares intentaron trasladar a la fémina al hospital España, de Chinandega, pero se rehusó, muriendo minutos después en su vivienda.
De momento se desconocen los motivos que tuvo Rojas Espinoza para privarse de la existencia.