
El nicaragüense César Augusto Hurtado Reyes, de 30 años de edad, murió este domingo de dos impactos de bala en el rostro segundos después de salir de su vivienda con rumbo a su trabajo, un laboratorio clínico.
Dos individuos lo interceptaron a tan sólo 10 metros de su vivienda en el sector de La Carpio le dispararon y luego huyeron a pie. El pinolero tenía todas sus pertenencias de valor consigo por lo que descarta el robo como motivo del asesinato.
Su cadáver fue trasladado a la morgue de San Joaquín de Flores. Según informes de la policía costarricense César Augusto no tenía antecedentes criminales.