Una decepción amorosa condujo a una joven de 29 años de apellidos Castro Medina, a terminar con su existencia ingiriendo veneno en el barrio Hermanos Real Espinal, en el municipio El Viejo, en el departamento de Chinandega.
Varios vecinos afirmaron que para cumplir su errada determinación, la joven tomó tabletas de fosfuro de aluminio, mejor conocidas como pastillas para curar frijoles o “pastillas del amor”, que destrozaron su organismo.
Algunas versiones apuntan que Castro Medina tomó la fatal decisión por la depresión que sufría desde hace 15 días cuando se separó de su ex pareja de 33 años de edad.
Luego de que ingirió las fulminantes tabletas, sus familiares la trasladaron al hospital departamental de Chinandega, con la esperanza de salvarle la vida, pero acabó rindiéndose ante la muerte.