Un muchacho de apellidos Loáisiga Flores, de 18 años de edad, acabó con su existencia por medio de la asfixia mecánica en un árbol plantado cerca de un cañaveral en uno de los populosos barrios de la ciudad de Chinandega.
El cuerpo fue encontrado ayer domingo por el señor Isidro Antonio Pineda, de 56 años, vigilante del plantío de caña, quien informó de inmediato a las autoridades policiales.
Tras conocer de la muerte de su hijo, una señora de apellido Flores, de 61 años, expresó que su hijo ingería licor y drogas constantemente, y el sábado salió de su casa a la una de la tarde para seguir bebiendo guaro, y ya no volvió.
La doctora Arlen Elisa Martínez Castro, médico forense de Chinandega, dictaminó que el joven Loáisiga Flores murió por asfixia mecánica por Ahorcamiento, y descartó mano criminal.