En Jalapa, Nueva Segovia, son esperadas por su familia las cenizas de la compatriota María Ivannia Peralta, de 50 años, quien murió arrollada por un vehículo junto a su cónyuge tico, en Puntarenas, Costa Rica, la noche del sábado.

María Peralta tenía 30 años de residir en Costa Rica, donde se había nacionalizado, y convivía en Desamparados, con su pareja Edgard Gutiérrez Hernández, de 51 años.
El pasado fin de semana, la pareja se fue de paseo a Puntarenas, y cuando se disponían a cruzar la vía fueron embestidas por un vehículo que los catapultó a cien metros de distancia, causándoles la muerte inmediata.
Dos hijos de la pinolera esperaban ayer en Costa Rica la cremación de sus restos para traer las cenizas a Nicaragua y enterrarlas en el cementerio de Jalapa.
Según familiares, María Ivannia tenía planeado venir a Nicaragua el sábado 20 de diciembre, tras dos años de su última visita, lo que no fue posible por el fatal accidente, cuyo responsable, un oficial de guardacostas, ya fue dejado en libertad.
Los parientes de la compatriota dijeron que una sobrina que vive en Costa Rica se hará cargo de demandar que se haga justicia en el caso, ya que fueron dos seres humanos los que perdieron la vida por culpa de un borracho al volante.