Cuatro estudiantes de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) de Nicaragua diseñaron un prototipo de un Guante Traductor de Lenguaje de Señas que permitirá reducir la brecha de comunicación con las personas sordas.
Los jóvenes de Ingeniería Eléctrica Noel Rojas, Kevin Gómez y Jean Martínez junto con el estudiante de Ingeniería en Computación Ángel López presentaron este proyecto.
El cual consiste en un guante que integra una serie de circuitos, placas y sensores que permiten percibir el movimiento de los dedos y poder interpretar su traducción a un lenguaje escrito.
El guante ocupa, en cada uno de los dedos, sensores Flex que son resistencias analógicas que al medir una variación varían el nivel de energía que pasan a través de ellos.
Precisamente estos cambios en las formas de las posiciones de los dedos son interpretados por el sistema para lograr traducir el lenguaje de señas de las personas sordas.
El proyecto está dividido en 3 partes: El Cerebro del equipo que interpreta la señales analógicas y las convierte en señales digitales; una pantalla LCD que muestra las letras que el portador quiere transmitir y un conjunto de sensores que captarían los movimientos de las personas, nos explicó el joven Noel Rojas.
Ocupamos una placa Arduino UNO R3 que ocupa un microprocesador ATmega328, los sensores flex, una Protoboard de pantalla y funciona con un voltaje de 5 voltios, detalló el joven Kevin Gómez.
En la primera versión utilizamos los sensores flex pero de forma digital y en la segunda versión, en físico, fue mucho mejor porque los sensores virtuales no registraban los cambios en los ángulos de las posiciones de los dedos; lo cual era imposible de detallar en el simulador, agregó el joven Ángel Lopez.
Actualmente el guante tiene integrado el alfabeto del lenguaje de señas nicaragüense, por lo que únicamente puede hacer la función de deletreo.
Sin embargo se espera que el proyecto evolucione aún más con un segundo guante que integre un giroscopio que permita integrar señas que sean palabras completas, como el Lenguaje de Señas Nicaragüense (LSN).
Un prototipo único en Nicaragua
Para poder llevar este proyecto los jóvenes nicaragüenses trabajaron con asesoramiento respecto al LSN con la Asociación Los Pipitos, quienes les instruyeron en el uso correcto del mismo, dado que cada país tiene un lenguaje específico.
Los jóvenes continuarán trabajando en el desarrollo del prototipo que permita brindar una solución que reduzca la brecha que existe y a la que se enfrentan las personas sordomudas en nuestro país.
Sobre el prototipo existen varios antecedentes a nivel internacional pero en Nicaragua resulta ser el primero en su clase.
Anteriormente un grupo de jóvenes de la UNI habían desarrollado la Aplicación Señas Pinoleras que permite aprender el LSN desde el teléfono, así mismo integraba un traductor de texto a señas deletreadas.
Los sordos en Nicaragua
Se estima que en Nicaragua existen más de 12,000 personas sordas que utilizan el Lenguaje de Señas Nicaragüense, cuya génesis en los años 80’s tuvo la particularidad de haberse generado de forma aislada y natural por niños de una escuela de educación especial ubicada en el Barrio San Judas de Managua.
Este caso, único en la historia, llamó atención internacional y su evolución al día de hoy permitió llegar a reconocerlo oficialmente como el Lenguaje de Señas de la República de Nicaragua mediante la ley No. 675, aprobada el 12 de febrero del 2009.
La vocación de los profesionales de la UNI
Durante el desarrollo de sus años de estudios al estudiante de la Universidad Nacional de Ingeniería se le brinda conocimientos, conceptos en la asignatura de Microprocesadores para que puedan generar soluciones a problemas que se le presenten en su entorno; explicó el Ing. Marlovio Sevilla, Profesor Auxiliar de la Facultad de Electrotecnia y Computación (FEC).
Este proyecto materializa la vocación de los profesionales de la UNI de brindar soluciones a necesidades y problemáticas, aplicando los conocimientos que reciben en las aulas de clases.
El hecho de que nosotros como estudiantes estemos participando en un proyecto de esta índole, marca el paso que los estudiantes de ingeniería tenemos hacia la población con discapacidad, comentó el joven Jean Martínez.
Hay muchos problemas y esperamos que más estudiantes apliquen el conocimiento que reciben para generar otras soluciones que permitan mejorar las condiciones de este segmento de la población, agregó.