Justicia nicaragüense va superando poco a poco el “Pago por Sangre” en el Caribe Norte

La magistrada de la Sala Penal del Tribunal de Apelaciones de Puerto Cabezas, doctora Jessica Iveth Meneses Méndez, afirmó que existen importantes avances en la aplicación de la justicia con igualdad de género en la Costa Caribe Norte, a pesar de que debido al sistema patriarcal, se vuelve complejo hacerlo, en esa región donde el machismo está bien marcado en la cultura.

En el Caribe Norte predominan los delitos sexuales, siendo las principales víctimas la niñez y la adolescencia. Pero la mayoría de las causas de violencia son por incumplimiento de deberes alimentarios.

“En su mayoría son hombres de la etnia misquita, con arraigo del sistema patriarcal”, señaló la doctora Meneses Méndez, en una entrevista con el doctor Roberto Larios y la doctora María Amanda Castellón Tiffer.

Las comunidades caribeñas eligen a un juez comunal llamado “Wihsta”, que se encarga de administrar justicia cuando se presenta un conflicto entre los comunitarios, resolviéndolo conforme al Derecho Consuetudinario, si no se trata de un delito grave.

La magistrada Meneses Méndez explicó que el Poder Judicial capacita a los wihtas por medio del Servicio de Facilitadores Judiciales, ampliando sus capacidades y conocimientos. 

Pero la aplicación de la justicia por medio de los wihstas, muchas veces significó la violación de los derechos humanos de la niñez y la adolescencia, porque resolvían los conflictos graves –como la violación sexual— a través de la figura del “Tala Mana” (“Pago por Sangre”, en miskito).

“En la actualidad, ese tipo de práctica se ha ido superando, con las capacitaciones a los jueces comunitarios, en las cuales se les explica sus competencias y los casos en que pueden intervenir, así como aquellos que deben ser ventilados a través de la justicia ordinaria”, explicó la magistrada caribeña.

El artículo 20 del Código Penal establece que los delitos y las faltas cometidos por miembros de los pueblos indígenas y comunidades étnicas de la Costa Caribe, incluyendo los cometidos por comunitarios, cuya pena no exceda de cinco años de prisión, serán juzgados conforme al derecho consuetudinario, el que en ningún caso puede contradecir a la Constitución Política de Nicaragua.

Desde el año 2012, con la creación del juzgado especializado en Violencia en Bilwi, las mujeres, niñas, niños y adolescentes, reciben una justicia especializada, que protege sus derechos humanos a través de un proceso ágil y célere.

“Sin embargo, las estadísticas reflejan la vulnerabilidad de las mujeres, como el hecho de que en el juzgado de Violencia se registran 2,000 causas de incumplimiento de deberes alimentarios sin resolver, debido a la rebeldía de los hombres”, explicó la magistrada.

El Consejo Nacional de Administración y Carrera Judicial amplió la competencia de los jueces locales, para que conozcan y resuelvan los delitos menos graves que establece la Ley 779.

La doctora Meneses destacó el hecho de que actualmente haya cuatro mujeres magistradas en el Tribunal de Apelaciones de Bilwi Puerto Cabezas.

“La Sala Penal castiga con severidad a los responsables de los delitos de violación. Además se está aplicando la perspectiva de género en las sentencias judiciales, que es una herramienta para valorar la desigualdad entre las partes. Los jueces la aplican a través de las sentencias, en aquellos casos donde se visualiza la desigualdad y discriminación hacia la mujer”, explicó la doctora Meneses.

Finalizó recomendando a los hombres del Caribe Norte “a cultivar una relación conyugal en la cual se respeten los derechos de la mujer, que permita continuar avanzando hacia la igualdad plena de los nicaragüenses”.

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