En una nueva oportunidad para escoger los caminos del bien, un mil 500 personas de todo el país salieron este viernes de centros penitenciarios de distintos puntos de Nicaragua para reunirse con los suyos, al ser beneficiados con el régimen de convivencia familiar.
La ministra del Interior, compañera María Amelia Coronel Kinloch, detalló que en saludo al Día de Todos los Santos y los Fieles Difuntos, Un mil 391 varones y 109 mujeres recibieron el beneficio, que a partir de este 1 de noviembre, les da una nueva oportunidad en la vida.
“A como lo mencionó la compañera Rosario Murillo, hoy es un día de encuentro familiar, con una nueva oportunidad para la vida, la vida con trabajo, seguridad, tranquilidad y de tanta certeza de avanzar”, dijo la compañera Kinloch.
Mencionó que espera que muchos hayan aprovechado las oportunidades de estudio y de cursos técnicos que se ofertan de la mano con las instituciones como el MINED y el INATEC, “que tienen como objetivo que aprendan a emprender, adquiriendo una herramienta laboral, para el momento de su salida”.
En su mensaje, la ministra dijo que espera que cada hombre y mujer que recibe el régimen de convivencia familiar, valore esta segunda oportunidad.
De ahora en adelante, valoren cada momento que están con su familia y reflexionen, que estas segundas oportunidades existen, pero a cambio, deben de enrumbar su vida por el camino del bien y de la mano de Dios, les dijo la ministra a los beneficiados desde el Centro Penitenciario Jorge Navarro, de Tipitapa.
“Fortalézcanse con fe y esperanza que el día de mañana será mejor, que todo vale la pena cuando lo hacen con entusiasmo y disciplina, que las decisiones que toman tienen consecuencias, buenas o malas, solo le quedan ustedes tomar las mejores”, reflexionó.
Luego de firmar la carta de libertad, las mujeres y hombres del Centro Penitenciario Jorge Navarro de Tipitapa, vivieron los más esperado y emotivo, el abrazo en un reencuentro, cargado de sentimiento de amor, cariño de su familiar, que esperaba con ansias este momento.
Las escenas de alegría se vivieron de la misma forma en los centros penitenciarios de los distintos departamentos del país.