La ciudadana estadounidense Gina Virgilio, de 32 años de edad, fue condenada a 60 años de prisión por haber planificado el asesinato de su novio a quien le pegó fuego en la ciudad de Anchorage, en Alaska.
El horrendo crimen ocurrió el pasado 8 de junio del 2012 cuando Gina roció con gasolina y luego incendió el sillón donde dormía Michael González, de 24 años; posteriormente enllavó la puerta mientras lo observaba saltar y gritar «Me Quemo, Me Quemo».
El juez de la Corte Superior de Anchorage, Michael Wolverton, calificó a la acusada de un monstruo que hizo algo horrendo y la condenó a 99 años de cárcel aunque 39 de ellos fueron suspendidos.
Además el juez dictaminó que cuando Gina salga de prisión estará en libertad condicional por otros diez años.
La versión de Gina Virgilio sobre su horrendo crimen
Antes de escuchar su sentencia la mujer explicó que sus actos fueron fruto de una enfermedad mental; me odio por lo que hice. No podré devolverle la vida jamás, no se le puede encontrar lógica a una mente que no piensa de manera lógica, expresó.
Además contó que su mamá era adicta a la heroína y las metanfetaminas por lo que se volvió una adicta. Sin embargo ahora que está tras las rejas se unió a un programa cristiano terapeútico y logró salir de ese infierno.