A través de la Fiscal Auxiliar de Managua, Inés Miranda Espinoza, el Ministerio Público pidió prisión preventiva para 9 líderes de secta apocalíptica «Cuerpo Místico de Jesús» asentada en Mechapa, en el municipio de El Viejo, departamento de Chinandega.
La Fiscalía acusó a los líderes de la secta por construcción en lugares prohibidos, así como de abandono y por exponer al peligro a 598 personas, 311 de ellos menores de 18 años, cuyas vidas corren riesgos ante las inundaciones y al fuerte oleaje de las costas del Estero Real, ubicadas a 50 metros del asentamiento.
Tras recibir una excepción de parte del abogado Isaac Samir Flores, uno de los defensores de los acusados, el Juez Quinto de Distrito Penal de Audiencias de Managua, Julio César Arias Roque, dijo que el martes 20 de octubre resolverá si la acusación de la Fiscalía cumple los requisitos de procedibilidad.
A criterio del abogado Flores, para el proceso judicial debe existir una acusación de los representantes legales de los menores que están en el lugar y a quienes se les sacó de sus escuelas y se les niega recibir tratamiento médico.
Lo que aparentemente desconoce el abogado es que es obligación del estado de Nicaragua garantizar la vida, seguridad y bienestar de todos los ciudadanos, en especial de la niñez que fue llevada a ese campamento, muchos de ellos sin el consentimiento de sus padres.
El doctor Arias también resolverá el próximo martes si la acusación es admitida y cuál será la medida cautelar a imponer a los sujetos que fueron detenidos tras conocerse que indujeron a 600 personas a dejar sus familias y vender sus bienes para ir a esperar el supuesto Rapto Divino”.
Los demás defensores de los inculpados presentaron también excepciones por falta de competencia del juez, pero estas fueron rechazadas por el judicial, por considerarse hábil por la ley para conocer del asunto.
Durante la audiencia de este viernes, se evidenció que los acusados Elvin René Aguilar y Gerald Salvador Pozo Pichardo, laboraban para una empresa extranjera en Bosques de Altamira, en Managua, en donde planearon la creación del campamento y donde después acumulaban el dinero que sus adeptos le entregaban tras deshacerse de sus propiedades.
Los acusados son los hondureños, Iván Enrique Orellana, Samuel, Orlando y Héctor Funes Rodríguez, Elvin René Aguilar, Carlos Manuel Antunes, y el guatemalteco Gerson Geovanni López.
Además están los nicaragüenses, Francisco Javier Sánchez y Gerald Salvador Pozo Pichardo, este último está prófugo de la justicia.