La Jueza Primero Local de Chinandega, doctora Emma Yaoska Carolina Chavarría Palma, programó para el próximo 9 de abril la lectura de sentencia en contra del conductor de cabezales, Benito Ángel Cortedano Sandoval, de 62 años, por la muerte de una mujer y su hija en un accidente de tránsito.

El lamentable hecho ocurrió el pasado 14 de marzo en la carretera a Chichigalpa, y Benito Cortedano admitió su culpabilidad en la primera audiencia de juicio realizada en los Juzgados de Chinandega.
Las víctimas fueron María Azucena Valdivia, de 50 años, y su hija Johanna Emilia Pichardo Martínez, de 28 años, quienes murieron desangradas al ser arrolladas por un camión que primeramente fue impactado por el cabezal que iba manejando el acusado.
Según la acusación fiscal, las mujeres caminaban sobre el arcén en el sector de la colonia Gracsa, kilómetro 129.2 de la carretera a Chinandega, en Chichigalpa, cuando fueron arrolladas mortalmente.

En el libelo acusatorio, la Fiscalía le atribuye a Benito Cortedano los delitos de homicidio imprudente y lesiones imprudentes.
El detenido también admitió el delito de lesiones imprudentes, en perjuicio de Orlando José Armas, de 53 años, conductor del camión contra el cual impactó el cabezal, y el peatón Luis Alberto Rojas Martínez.
En el debate de pena la Fiscalía solicitó cuatro años de cárcel para el conductor, mientras que el defensor pidió tres años de prisión y que se tome en cuenta la edad de su representado, quien es un adulto mayor.
En la acusación se narra que Benito Cortedano conducía a unos 76 kilómetros por hora cuando perdió el control del cabezal color blanco, placa CH 459-218, que halaba una rastra gris y colisionó el costado izquierdo del camión conducido por Orlando José Armas.
A causa del impacto, el camión se salió de la vía y se pasó llevando a las dos mujeres y al peatón Luis Alberto Rojas, mientras el cabezal terminó estrellado en las vallas que dividen la vía.