En la continuación de la audiencia inicial, la Fiscalía presentará como pruebas contra Nahúm Bravo, una serie de fotografías aterradoras que el principal acusado le realizó a los cadáveres de su padre Santos Bravo Gómez, su hermana Lucía Bravo Murillo y su madrastra Rosibel Murillo Luna.
Las fotografías fueron encontradas en las memorias de cuatro teléfonos celulares, entre estos los que eran de las víctimas y del cómplice de Nahúm, Erick Blandón Largaespada, quien fue contratado para vigilar la vivienda donde ocurrió el múltiple crimen.
En el celular de Nahúm Bravo, la Policía encontró “archivos visibles y borrados de fotografías que se relacionan al hecho que se investiga”, indica la acusación del Ministerio Público.
Según la fiscalía, Erick Blandón es el sujeto que junto a Nahum Bravo, llegó a una cerrajería de Ciudad Jardín, donde contrataron a José Boanerges Velásquez, el 8 de abril, para abrir la caja fuerte del señor Santos Bravo.
Por otra parte, un dictamen médico legal del doctor Serdán Zelaya en relación a Nahum Bravo, indica que este tenía un mordisco en el dedo índice y un aruño detrás del cuello, lo que evidencia que algunas de sus víctimas trataron de defenderse antes de ser asesinadas.
Según Nahum, el mordisco se lo hizo su hermana Lucía, cuando le tapó la boca porque intentó gritar mientras él la sostenía antes que Jairo Josué Ugarte, la matara a cuchilladas, mientras que el aruño se lo hizo su padre Santos Bravo.
Otra prueba de la fiscalía, es el informe de la autopsia realizada a Lucia Bravo en la que se detalla que en total esta fue asesinada de 46 cuchilladas, de las cuales nueve fueron en las cavidades torácicas, abdominales y cervicales, que prácticamente dañaron órganos vitales, originando un sangrado masivo y la muerte inmediata.