Los hermanos Tony Bismarck y Alberto Antonio Mejía Espinoza, y su compinche José Alfredo García Zeledón fueron condenados a prisión perpetua por el asesinato agravado y robo agravado del profesor Ramón Antonio Jaen, de 65 años.
La sentencia en contra de los delincuentes fue dictada por los magistrados del Tribunal de Apelaciones de Managua, luego de que la Fiscalía apelara a la pena de 27 años de prisión dictada en primera instancia por la jueza Nancy Aguirre Gudiel.
Para recalificar el caso, los miembros del tribunal consideraron que el hecho debía ser sentenciado con la Ley 1058 que castiga con prisión perpetua el asesinato agravado.
El Tribunal de Apelaciones de Managua describió el asesinato como un acto inhumano marcado por odio, sadismo, flagelación y crueldad, ya que los criminales golpearon a su víctima hasta con un palo y lo dejaron desnudo en el baño.
Fueron los lamentos de dolor del profesor durante la madrugada del 7 de septiembre del 2023, los que alertaron a sus vecinos en la casa que alquilaba en la colonia Batahola Sur, quienes lo encontraron moribundo, ensangrentado y desnudo.
Aunque el educador fue llevado de inmediato al Hospital Lenin Fonseca, falleció el 11 de septiembre y la autopsia reveló 13 lesiones en su rostro, abdomen y genitales.
Además, el docente sufrió el desprendimiento de varias piezas dentales a causa de la brutal paliza que le asestaron los delincuentes para robarle varias pertenencias.
El profesor Ramón Antonio Jaen era originario de la comunidad Taguizapa en el municipio de Altagracia, Isla de Ometepe, departamento de Rivas, en donde descansan sus restos.