Cuatro forenses declararon en el Juzgado Octavo Local Penal en la continuación del juicio contra la pastora evangélica Gloria M. Meléndez y su hija Katia Sánchez, quienes fueron señaladas de lesiones sicológicas y otros delitos, contra ocho miembros de la iglesia “Ministerio en Abundancia”, del barrio Camilo Chamorro.
Entre las víctimas está un niño de nueve años, quien dijo a la forense, que junto a su mamá y su papá fueron corridos de sus propias casas por la “pastora”, y que después su padre lo corrió a él y a su madre. También dijo que la “pastora” les pegaba con un chilillo durante el culto y les gritaba cosas feas.
Otra forense valoró a una licenciada en Finanzas, quien dijo que los cultos los hacían con portones enllavados, tenían que quitarse los zapatos, y que mientras oraban de rodilla, en voz alta y con los ojos cerrados, la hija de la pastora las abofeteaba o las azotaba.
Otra de las víctimas relató a la forense que una noche durante un culto, mientras tenían cerrados los ojos, la pastora la golpeó en la cara y le metió un puño de sal en su vagina diciéndole que le iba a sacar el demonio, luego le restregó la sal y le provocó ardor en sus partes.
Añadió que después la pastora la expulsó del culto y le gritó que era una playo, porque no le pudo sacar al supuesto demonio.
Baja auto estima, estrés, falta de apetito, insomnios, exposición denigrante y violenta, son entre otros los daños, que determinaron los forenses en las víctimas, quienes indicaron que los hechos ocurrieron entre el 2010 y el 2012.