Un hombre calvo fue decapitado en Mozambique por un grupo de delincuentes que querían vender su cabeza a un cliente de Malí, en un crimen motivado por las creencias rituales en ese país.
Este tipo de crímenes son muy comunes en la nación africana pues se creen que los hombre calvos contienen oro dentro de sus cabezas. También creen que sus órganos dan suerte.
El problema fue que su comprador se hizo humo por lo que los delincuentes se vieron forzados a deshacerse de su «botín» y terminaron lanzando la cabeza de su víctima en la ciudad de Muandiwa.
En el año 2017 dos hombres calvos fueron encontrados decapitados en Milange, uno de ellos tenía todos sus órganos extirpados según publicó un diario londinense.
Según datos de la ONU, más de un centenar de personas albinas fueron atacadas en Mozambique desde el año 2014.